sábado, 3 de septiembre de 2011

De la teoría a la praxis


Tengo la bendición de contar con mis padres, quienes viven en un sector del anexo Chinchupata, allí los visito cada cierto tiempo, con ellos comparto la alegría de familia y el trabajo. Sus terrenos igual que de muchas familias son una bendición posee grandes potencialidades productivas, para la siembra de papa, oca y otros productos. Asimismo se siembra pasto para el ganado vacuno. Una de nuestras metas y compromisos es conservar los bosques naturales para cuidar el colchón hídrico, allí nace un hermoso manantial, cuyas aguas dan vida quebrada abajo. Conjuntamente con mi padre el sr. Nicolás Campos compartimos una política de trabajo, forestar las áreas recomendadas por los profesionales. Existe a la fecha seis hectáreas de pino sembrado, tal como lo pueden apreciar en la foto. Asimismo se ha creado una especie de ritual y compromiso de todo el que visita a la cas tiene que sembrar un árbol. Logramos dialogar ampliamente pero hay algo que los sueños lo hacemos realidad, que la teoría lo bajamos a la praxis.

1 comentario:

Armando dijo...

Que interesante primo Antonio por compartir esta experiencia juntoa tu padre. Esto debería de multiplicarse en las demás familias del pueblo. felicitaciones