La crisis de la economía especualtiva, ha llegado al punto más álgido porque se desencarnó de los valores de la humanidad y de la naturaleza. Somos conscientes que gracias a los avances científicos, industriales y tecnológicos hoy tenemos mejores posibilidades de desarrollo y medios de comunicación al alcalnce de la mayoría. La humanidad ha avanzado, pero a costa de la sobre explotación de los recursos naturales, si sigue en el mismo camino, terminará por generar una segunda y terminal crisis por falta de recursos naturales.
Por tanto con nuestra reflexión apuntamos a buscar el punto de equilibrio entre el avance científico - tecnológico frente al respeto y preservación responsable de los recursos naturales. Necesitamos construir una economía productiva sustentada en los valores humanos, donde haya menos exclusión e injusticias. No es posible que con leyes creadas intencionalmente se permita la riqueza exorbitante de unas cuantas personas y que los países dueños de los recursos, en vías de desarrollo cada día sean más pobres.
El problema no sólo es a nivel macro, sino también local; por eso tenemos que empezar a construir desde cada comunidad campesina, desde cada distrito una economía sostenible en el tiempo, mejor dicho pensando en dejar algo de recursos para las futuras generaciones. Por tanto el campesino necesita asumir el compromiso de cuidar sus fuentes de agua, sus bosques naturales. Por otro lado los profesionales y autoridades tienen que asumir la subvención de lo productivo sostenible, para generar posibilidades de inclusión y crecimiento de los pobres mediante la educación concebida no como grado de instrucción sino como un valor.
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