miércoles, 22 de octubre de 2008

Complejo arqueológico Pián

“Un pueblo con historia es un pueblo con identidad” porque reconoce su procedencia, sus raíces, sus potencialidades y su autoestima… Mirar la historia de una persona, de un pueblo, es tocar con la identidad misma, es volver a las fuentes, conocer los cimientos sobre los cuales estamos construyendo el gran edificio del futuro y desarrollo.

El objetivo es dar a conocer a la comunidad chiliana y a sus hijos que han salido a diferentes partes del mundo y que por el trabajo viven lejos de la casa materna. Se quiere devolver el misterio y enigma de este centro arqueológico Pián (que en quechua hace alusión al cerebro, centro de vida), pero que no se puede dejar la alusión onomatopéyica de la peña donde pían las águilas, según algunas versiones orales. No deja ser curioso porque desde lejos se denota la figura de la cabeza del Inca. Por tanto invitamos a los corazones generosos y patriotas a invertir para subvencionar los estudios científicos arqueológicos con su respectiva restauración.

PIÁN es un vestigio histórico pre – hispánico. Es un sitio del cual indudablemente brota un enigma y un misterio por descubrirse y revelarse. La belleza de sus muros y túneles de piedra generan una energía positiva de lucha y de grandeza.

Su arquitectura está hecha en base a piedra granito (alimosca) traída de lugares lejanos, esta piedra es fácil de tallar. Se encuentran grabados diferentes jeroglíficos antropomórficos los cuales evocan y dan testimonio de sus creencias religiosas cultuales al sol, a la luna, al viento, al rayo (de allí la leyenda del guaroco y la culebrilla) animales feroces que representan al mal, pero que fueron detenidos por un poder susperior del “rayo”.

Volver la mirada a Pián es encontrarse con sus vestigios históricos: cerámicos, piedras talladas, su arquitectura. Fijar la mirada en el conocido túnel es como volver por el túnel del tiempo al centro ceremonial del culto al sol. Es encontrarse con la imagen de aquel hombre luchador que se abrigaba con ropa hecha a base de fibra de alpaca; que forjaba su desarrollo con un sistema político bien planificado. Su economía se sostenía en la agricultura y la ganadería.

La ubicación geográfica de Pián está en el lugar más propicio y dominante. Tanto para la defensa de sus tierras y bienes como para el principal motivo religioso: el culto al dios sol. Y que por varias de sus puertas orientales se podían contemplar a “Apu Shallas” (señor de la lajas o el señor de la nieve que se que quiebra). El centro urbano estuvo organizado de tal forma que existían agricultores, ganaderos y artesanos para transforma la fibra de los camélidos; las prendas elaboradas y confeccionadas eran para el cacique y para el uso de cada una de las familias. Las mejores prendas se tenían que destinar para sus ejércitos y enviarlos a través de los chasquis hacia Cajamarca capital de del imperio incaico en el norte.

Desde este centro se articulaba una red de caminos que unían a las cordilleras y a los valles, en sus vestigios arqueológicos se ha podido encontrar ceramios y utensilios hechos de oro. Asimismo vale la pena resaltar la importancia del sistema hidráulico con la que manejaron sus centros cultuales y para la producción agrícola.

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