En la actualidad se ha puesto de moda comunicar la imagen de cada pueblo o ciudad bajo una marca, teniendo en cuenta que un pueblo es como una persona que tiene su propia forma de ser, su carácter y su personalidad. En este mundo globalizado lo que no se comunica no existe, el que no "grita" no hace sentir su presencia. Los gritos son las costumbres, las comidas, sus sistemas productivos, su arquitectura de pueblo, sus propios recursos naturales: flora y fauna, asi mismo a ellos se pueden sumar los recursos arquiológicos de valor histórico. Todo ello se puede orientar hacia el turismo si es el pueblo goza de una posición goeográfica privilegiada.
Hablando de Chilia se tiene que construir una marca de pueblo, es decir construir un sello de personalidad de pueblo, para ello se necesita trabajar primeramente su imagen externa de posicionamiento ante la mente y el corazón primero de los habitantes, de los visitantes, para luego intentar vender o comunicar su existencia original hacia públicos externos a nivel regional, nacional a más.
El pirmer paso para constuir una marca (realidad intangible) imagen mental y emotiva, se necesita trabajar la forma externa de la arquitectura de pueblo, la arquitectura de sus construcciones respetando tal como han sido en las épocas antiguas y coloniales. Lamentablemente las dos últimas gestiones municipales no han mostrado ni tienen la menor idea de como gestionar el turismo, sin embargo, en sus discursos no deja de estar la palabra turismo, han realizado restauraciones arqurológicas arquitectónicas y por otro lado destruyen la armonía andina del pueblo chiliano. Las construcciones del palacio municipal, del local para el banco e incluso la iglesia han sido construidos sin ningún criterio arquitectónico que respete la identidad andina. 
Esperamos que la nueva gestión municipal tengo la capacidad de convocar a profesionales para gesitonar un desarrollo sostenible que abarque, el sistema productivo, la preservación de sus recursos naturales y el fomento de las puesta en valor de los centros arquiológicos, partiendo en primer lugar desde la construcción de la "marca CHILIA". Un distrito que se caracteriza por su productividad agropecuaria y por su belleza andina, respetando sus cánones arquitectónicos del tejado andino, de construcciones de un máximo de tres pisos. De tal forma que junto a la imagen productiva gradualmente vaya posicionando su pasado histórico arqueológico. Como es el caso de la restauración de Pián. Donde lamentable parece que el arqueólogo se ha levanda de la ultratumbas de la ignorancia, porque está utlizando techos de protección con calamina, material que está prohibilido utilizar de acuerdo a ley, pero como allí solo impera la ley de capricho y la ignorancia, a pesar de las sugerencias hechas ellos siguen haciéndolo. Hasta la naturaleza y el espíritu de los antepasado se manifiestan mediante huracanes que para puebas han llevado a dejar el techo por media peña. Ese centro aquelógico debe tener un techo de paja respetando la función de cada casa o templo, los mismos que eran de dos aguas o circulares.
Chilia tiene que ser el pueblo anclado en el ande liberteño que se caracteriza por su productividad a diferencia de los otros distritos, junto a ello debe gestionarse que todos los techos de las casas sean de teja andina y las paredes de color blanco con el yeso que el mismo distrito tiene como recurso natural.
